
En los últimos meses del año son muchos los clientes que nos preguntan cuánto van a pagar de tributos locales el año que viene. A modo de ejemplo, serían el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), Tasa de Vados o Tasa de Residuos, entre otros.
En este sentido, debemos tener en cuenta que, aunque existe una regulación estatal de los tributos locales, lo cierto es que son los Ayuntamientos los que aprueban su regulación concreta mediante sus Ordenanzas Fiscales. En este sentido, debemos diferenciar la regulación de los impuestos locales de la de las tasas locales.
Lo cierto es que los Ayuntamientos ostentan menos capacidad regulatoria respecto de los impuestos locales. En concreto, en relación con los mismos, entre otros aspectos, los Ayuntamientos pueden establecer tipos de gravamen, exenciones y bonificaciones.
Sin embargo, la instauración y la regulación de las tasas locales se realiza por los Ayuntamientos en su totalidad, en virtud del principio de autonomía local. No obstante, como es lógico, la instauración de estos tributos debe realizarse siguiendo el procedimiento establecido y contando con las memorias técnico-económicas necesarias.
La aprobación de las ordenanzas fiscales o la modificación de las mismas debe llevarse a cabo siguiendo un procedimiento específico, respetando las previsiones legales y contando con los informes justificativos correspondientes. Inicialmente, las ordenanzas se aprueban provisionalmente, por lo que, a partir de la publicación de esa aprobación, los interesados pueden consultar el expediente y presentar, en su caso, las alegaciones que consideren.
Posteriormente, el Ayuntamiento debe proceder a la resolución de las alegaciones presentadas y a la aprobación definitiva de las ordenanzas fiscales.
Además, hay que tener en cuenta que, como regla general, las ordenanzas fiscales pueden modificarse en cualquier momento del año. Sin embargo, debemos destacar que los impuestos locales obligatorios (como el IBI y el IAE) tienen un período impositivo anual y, por lo tanto, su pago es recurrente. En estos casos, las ordenanzas fiscales deben estar aprobadas definitivamente antes del 1 de enero para que puedan ser de aplicación. Asimismo, hay que tener en cuenta que, una vez publicado su texto definitivo, durante los dos meses siguientes, puede recurrirse esa aprobación.
Por lo tanto, es muy importante estar atento a las modificaciones de las ordenanzas fiscales y analizar si el procedimiento de aprobación seguido y las modificaciones realizadas, en cada caso, se ajustan a la ley.
Para cualquier duda sobre la aprobación de las ordenanzas fiscales, no dudes en contactar con nosotros. Contamos con un equipo técnico y jurídico-fiscal especializado en tributación local y autonómica, por lo que les podemos asesorar en profundidad al respecto.
Abogada

Los incentivos fiscales para el hidrógeno verde se integran como parte del camino hacia la transición energética.
Para facilitar su implementación, existen mecanismos fiscales diseñados para aliviar la carga financiera en fases estratégicas: investigación, industrialización, inversiones en planta y operaciones. Estos incentivos hacen que los proyectos sean más viables y atractivos para empresas que apuestan por la descarbonización.
El avance del hidrógeno verde se está viendo acompañado por un entorno de apoyo cada vez más amplio. Más allá de los incentivos fiscales, distintas iniciativas públicas están orientadas a facilitar que las empresas aceleren la adopción de tecnologías basadas en hidrógeno renovable.
Este contexto permite integrar, dentro de una misma planificación, elementos como financiación pública, deducciones o mecanismos europeos, configurando estructuras financieras más estables y adaptadas al ciclo de inversión de cada proyecto.
Para los equipos financieros, analizar conjuntamente estas herramientas resulta clave para estimar el retorno y definir estrategias de implantación con mayor certidumbre.
El principal incentivo fiscal para el desarrollo de hidrógeno verde en España son las deducciones fiscales por I+D+i, premiando los esfuerzos técnicos y económicos, en el pago de la cuota del impuesto de sociedades.
En este caso, en concreto, según Juan Miguel Rodríguez, nuestro Energy Specialist:
“La subasta europea de hidrógeno se convierte en una fuente muy relevante de financiación para proyectos ambiciosos de hidrógeno verde, porque no solo premia la capacidad técnica, sino también la madurez y la escalabilidad del proyecto”.
Este tipo de incentivos, combinados con mecanismos europeos de financiación, aumenta la viabilidad económica de proyectos a gran escala. Asimismo, también es compatible con bonificaciones fiscales.
Los equipos detrás de los proyectos de hidrógeno verde suelen estar compuestos por perfiles técnicos y científicos especializados.
Las bonificaciones en la Seguridad Social para personal dedicado a I+D permiten reducir el coste salarial, reforzando capacidades internas y consolidando talento crítico para el desarrollo tecnológico.
Además, estas bonificaciones pueden combinarse con otros incentivos fiscales y, en este sentido, es fundamental planificar bien la asignación de personal y documentar adecuadamente las actividades de I+D, una cuestión que tratamos desde FI Group para marcar la diferencia. Ayudamos a identificar qué puestos y tareas califican y estructuran los proyectos para aprovechar al máximo las bonificaciones disponibles.
Para maximizar los incentivos, se deben integrar todos los mecanismos fiscales disponibles en una estrategia global: asignar correctamente los costes entre investigación, validación, inversión en planta y operación, y anticipar cómo aplicar deducciones y bonificaciones.
Esta planificación coordinada permite combinar los incentivos fiscales con subvenciones o ayudas europeas, aumentando la viabilidad de los proyectos de hidrógeno verde.

La digitalización continúa impulsando la competitividad del sector digital y media, donde el personal investigador se ha convertido en un motor de crecimiento.
Cada vez más empresas desarrollan proyectos centrados en la automatización, la inteligencia artificial o la creación de nuevos entornos digitales, pero los costes de personal investigador pueden convertirse en una barrera para avanzar al ritmo que exige el mercado. Sin embargo, existen mecanismos que permiten aliviar esta carga y potenciar la inversión en innovación tecnológica.
Los proyectos de digitalización no solo persiguen incorporar nuevas tecnologías, sino también generar conocimiento y soluciones propias. La investigación aplicada en ámbitos como el big data, la analítica avanzada o la experiencia de usuario requiere de equipos altamente cualificados, capaces de integrar el desarrollo técnico con la estrategia de negocio.
No obstante, sostener estos recursos implica una inversión significativa en capital humano, lo que obliga a buscar fórmulas que garanticen la viabilidad económica de los proyectos sin frenar la creatividad ni el desarrollo tecnológico.
Reducir los costes de personal investigador no significa renunciar al talento, sino optimizar la manera en que las empresas financian sus proyectos de digitalización.
En España existen instrumentos fiscales que permiten compensar una parte de la inversión realizada en actividades de I+D+i, ya sea mediante incentivos o beneficios en la cotización del personal dedicado a investigación.
Aplicar correctamente estas medidas requiere una planificación técnica y fiscal precisa. La identificación de los perfiles que pueden acogerse a estas ventajas, la justificación de sus funciones y la documentación de las actividades desarrolladas son pasos esenciales para garantizar un aprovechamiento óptimo.
Incorporar soluciones digitales avanzadas, optimizar recursos y aplicar incentivos fiscales son acciones que contribuyen a acelerar la transición hacia modelos más sostenibles y rentables. Además, la correcta gestión de ayudas y deducciones por I+D+i garantiza que las empresas puedan reinvertir en proyectos estratégicos, consolidando su liderazgo en un mercado cada vez más exigente.
En este caso, desde FI Group colaboramos con las empresas en este proceso, analizando la sus proyectos y ayudando a implementar las soluciones adecuadas para reducir su carga de personal investigador, dentro del marco legal y con el máximo rigor técnico.
El personal investigador es un recurso estratégico en la digitalización. Más allá del ahorro económico, los incentivos a la I+D+i permiten reinvertir esos recursos en nuevas líneas de desarrollo, incorporar tecnologías emergentes o ampliar el equipo con perfiles aún más especializados.
Las compañías del sector digital y media que gestionan de forma eficiente estos beneficios logran consolidar una estructura de innovación sostenible y escalable. Así, los proyectos dejan de depender únicamente del presupuesto disponible y se transforman en iniciativas continuas, capaces de generar valor a largo plazo.
En este sentido, FI Group impulsa una visión integral de la gestión de incentivos, combinando el conocimiento técnico del entorno digital con la experiencia en fiscalidad y ayudas a la innovación, para que las empresas puedan focalizarse en lo que realmente importa: innovar.
Apostar por la digitalización implica un compromiso constante con la investigación y la mejora tecnológica. Optimizar los costes del personal investigador a través de los instrumentos disponibles no solo mejora la rentabilidad de cada proyecto, sino que refuerza la posición del sector digital y media en el ecosistema innovador europeo.
Desde FI Group aseguramos, junto a las empresas, que cada iniciativa de digitalización se traduzca en crecimiento, competitividad y futuro. Por lo tanto, la transformación digital y la innovación sostenible son prioridades, y contar con un socio experto en la identificación y gestión de estas oportunidades se convierte en una ventaja competitiva. Acompañamos a las organizaciones en cada etapa, asegurando que la digitalización no sea solo una tendencia, sino una palanca real para generar valor, reducir costes y fortalecer su posicionamiento en el ecosistema europeo.

El Presupuesto anual de la Unión Europea para 2026 ha sido aprobado con una dotación de 192.768,1 M€, incluyendo asignaciones dirigidas y centradas en los programas estratégicos que la Comisión considera esenciales.
El presupuesto anual para 2026 alcanzará los 192.768,1 millones de euros en créditos de compromiso. Asimismo, este presupuesto se integra dentro del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 (MFP), que fija los límites de gasto para cada política durante ese periodo.
Por otro lado, se mantiene una reserva para reagrupar fondos no asignados, lo que permite cubrir gastos adicionales como variaciones en la ejecución de programas o ajustes técnicos.
Según el desglose oficial del presupuesto anual, estas son las dotaciones en compromisos para 2026:

El presupuesto anual de 2026 respalda prioridades como la competitividad europea, la gestión de la migración y el esfuerzo en seguridad y defensa.
Por consiguiente, también señala que los intereses de la deuda asociada a los fondos NextGenerationEU se cubrirán mediante una combinación de recursos no comprometidos, el Instrumento de Flexibilidad y otros mecanismos presupuestarios previstos.
53.300 M€ del presupuesto anual se destinan a la Política Agrícola Común, junto con el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura; Todo ello orientado a pagos directos, mercado agrícola y apoyo estructural al sector.
Los fondos de cohesión previstos se dirigen a reforzar territorios, apoyar infraestructuras esenciales y promover programas sociales y educativos como el Fondo Social Europeo Plus (ESF+).
Se financian programas como Horizon Europe, la política industrial, proyectos digitales y actuaciones que buscan mejorar la competitividad dentro del mercado interior.
Se financian también iniciativas destinadas a fortalecer las capacidades de defensa en los Estados miembros. Además de los fondos previstos para programas como el Fondo Europeo de Defensa, se incorpora el instrumento de Acción de Seguridad para Europa (SAFE), adoptado en mayo de 2025.
Este mecanismo permitirá poner a disposición de los Estados miembros hasta 150.000 M€ en préstamos respaldados por la UE, hasta finales de 2030.
Los recursos asignados a esta área se corresponden con los instrumentos de cooperación internacional y vecindad, incluidos los que apoyan la estabilidad en regiones próximas y en países socios.
Anticipar las líneas del presupuesto anual de la UE es clave para planificar proyectos y posicionarse a tiempo en las convocatorias que llegarán en 2026. De esta forma, a partir del reparto previsto para el próximo año, conocemos las oportunidades que se abren para distintos agentes del ecosistema de proyectos financiados por la UE:

En un momento en que el sector energético atraviesa una etapa marcada por la innovación, sostenibilidad y competitividad, FI Group apuesta por el liderazgo estratégico.
Hablamos con Daniel Ramos, Head of Energy, para conocer su visión sobre el futuro del sector, los desafíos regulatorios, las oportunidades emergentes y el rol que FI Group quiere desempeñar en esta transformación clave.
Es cierto que este cambio de modelo conlleva una serie de sobrecostes, lo que contribuye a la existencia de esa dualidad entre una oportunidad y un mayor coste para la empresa.
Por consiguiente, si nos centramos únicamente en la parte energética, teniendo en cuenta el panorama internacional global de los últimos años, que han disparado la volatilidad de los precios de la energía e incluso han puesto en peligro la seguridad de suministro, se percibe un mayor consenso en que las empresas deben optar por vías que minimicen esos riesgos, pese a que tengan un coste mayor.
El precio de la energía se ha ido incrementando históricamente hasta el momento actual en que representa un porcentaje muy destacado en los costes totales de la empresa.
Por otro lado, la necesidad de una seguridad de suministro garantizada comienza a preocupar en algunos sectores y, además, a nivel regulatorio, se ha implantado una legislación creciente que afecta principalmente a las grandes empresas, que genera un efecto de arrastre en las cadenas de valor de las mismas, propagando el impacto de la normativa hacia niveles inferiores de la cadena de suministro.
Como avanzábamos anteriormente, la energía, actualmente, representa un porcentaje alto de los costes de una empresa, lo que puede representar hasta un 40 % de los gastos en determinados sectores.
Asimismo, administrar una parte tan significativa de los costes ya no es opcional, sino una exigencia empresarial que se transforma en estrategia.
Hoy en día, la incertidumbre sobre el futuro de la energía genera una creciente inquietud en el ámbito empresarial.
Si bien muchas organizaciones siguen analizando el impacto energético desde el punto de vista financiero, las empresas con un gran consumo energético han evolucionado hacia una visión estratégica, incorporando la eficiencia y la transición energética como pilares fundamentales para garantizar su rentabilidad y resiliencia
En este caso, se trata de un desafío global europeo que incluye muchos aspectos:
Ante este tipo de debate, creo que nunca se debe dejar de lado la parte técnica si queremos que el modelo limpio y eficiente sea útil.
Se han realizado muchas sesiones de la COP (Conferencia de las Partes- ONU, Cambio Climático) a nivel global, debates nacionales e internacionales y, generalmente, suelen diluirse sin generar resultados tangibles, precisamente porque no se aportan soluciones técnicas.
De este modo, si en Europa se consiguiera establecer una red energética sólida y se trabajara en un nuevo sistema retributivo, se lograría avanzar hacia un modelo más limpio, eficiente y con un entorno energético más competitivo.
La clave del éxito respecto a la convivencia entre tecnologías tradicionales y las renovables es que se prime la seguridad.
Para ello, es necesario dotar al sistema de las herramientas esenciales para poder integrar más volumen de renovables. No obstante, también es imprescindible ofrecer otros elementos, como el almacenamiento, que proporcione al sistema la flexibilidad que requiere.
Lo cierto es que, desde FI Group, hemos tenido un papel destacado tras haber presentado, aproximadamente, el 25% de los proyectos de hidrógeno renovable nacionales que han obtenido financiación pública. Además, hablamos habitualmente con estas empresas desarrolladoras de proyectos.
Asimismo, el hidrógeno es un vector energético que, conceptualmente, puede solucionar gran parte de los problemas energéticos e industriales:
Sin embargo, todavía nos encontramos en una etapa temprana de la curva de aprendizaje, con mucho camino por recorrer y aprender. En términos de coste, su precio sigue sin ser competitivo frente al hidrógeno verde.
El sector energético está sujeto a una regulación estricta, lo que lo hace especialmente sensible a las decisiones políticas en comparación con otras industrias.
A nivel nacional, tenemos varios puntos que tratar:
En FI Group, contamos con un equipo con gran experiencia en proyectos energéticos y esto nos ha permitido posicionarnos como una consultora referente para el sector energético trabajando con un porcentaje muy elevado de las principales empresas nacionales.
Ayudamos a nuestros clientes para que sus proyectos sean más competitivos, aportando nuestra experiencia e implicándonos en todos los aspectos, buscando la manera de mejorar la rentabilidad de los mismos.

La industria europea avanza hacia un escenario donde la digitalización y la eficiencia energética se convierten en dos vectores estratégicos para garantizar competitividad, resiliencia y cumplimiento normativo.
Las empresas buscan cómo integrar la transformación tecnológica con nuevas capacidades digitales, optimizar procesos y reducir consumos. Esta convergencia abre oportunidades de inversión, financiación y desarrollo de proyectos que pueden desplegarse desde cualquier sector industrial y en múltiples entornos productivos.
La digitalización permite a las empresas monitorizar, analizar y automatizar operaciones mediante tecnologías como IoT, analítica de datos, inteligencia artificial o sistemas avanzados de gestión. En entornos industriales, estas herramientas facilitan una supervisión precisa del rendimiento de la maquinaria, el estado de los equipos y los parámetros que influyen en el consumo energético.
La integración de sensores y plataformas conectadas permite recopilar datos en tiempo real, lo que mejora la toma de decisiones y favorece la detección temprana de ineficiencias. La digitalización de procesos también contribuye a aumentar la trazabilidad, reducir tiempos de parada y elevar la productividad sin necesidad de incrementar el consumo energético asociado.
La eficiencia energética se ha consolidado como uno de los pilares de la Estrategia Industrial en Europa. La optimización del consumo, la modernización de instalaciones y la adopción de tecnologías de mayor rendimiento reducen costes y permiten cumplir con las obligaciones regulatorias derivadas de los objetivos climáticos.
Asimismo, medidas como la renovación de equipos, la implantación de sistemas de recuperación de energía, la mejora del aislamiento o la instalación de iluminación eficiente ayudan a minimizar consumo y gestionar de forma más equilibrada la demanda. Estas actuaciones pueden combinarse con sistemas avanzados de monitorización que permiten analizar el comportamiento energético y priorizar inversiones con un mayor impacto.
Cuando la digitalización y la eficiencia energética se abordan de forma conjunta, las empresas pueden obtener beneficios adicionales que, desde FI Group, asesoramos y gestionamos con diferentes organizaciones. Los sistemas digitales facilitan la medición continua del consumo y permiten identificar patrones que serían difíciles de detectar mediante métodos tradicionales.
Por consiguiente, esta convergencia permite automatizar ajustes, activar estrategias de ahorro en tiempo real y prever necesidades futuras de consumo. Además, la capacidad de simular escenarios energéticos mediante modelos digitales ayuda a orientar inversiones hacia las soluciones más favorables para cada planta o línea de producción.
La complejidad técnica y administrativa asociada a proyectos de transformación exige una planificación detallada y una correcta identificación de los mecanismos de apoyo disponibles.
Contar con equipos expertos en innovación, digitalización y eficiencia energética, como FI Group, permite maximizar el alcance de las inversiones, asegurar la elegibilidad de las actuaciones y estructurar proyectos con impacto medible, ya que acompañamos a las compañías industriales en la definición, preparación y gestión de iniciativas que combinan tecnología y ahorro energético. Desde la identificación de oportunidades hasta la presentación, seguimiento y justificación, el objetivo es facilitar que la industria impulse su modernización con el máximo uso de los recursos disponibles.

En línea con los objetivos del Espacio Europeo de Investigación y la Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, la fiscalidad en biotecnología juega un papel clave para impulsar la innovación, atraer inversión y acelerar la transferencia tecnológica.
La fiscalidad en biotecnología engloba el conjunto de incentivos tributarios, deducciones y mecanismos de financiación pública diseñados para fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Entre los instrumentos más relevantes destacan:
La fiscalidad vinculada a la biotecnología ha evolucionado hacia un modelo más estratégico, digital y sostenible, en línea con las políticas europeas y los objetivos de la Agenda Europea de Innovación. Entre las principales tendencias destacan:
El marco fiscal actual ofrece oportunidades significativas para las empresas del sector, y su correcta aplicación permite:
Por todo ello, es fundamental contar con un partner estratégico como FI Group, que acompañe a las empresas biotecnológicas en la identificación, gestión y justificación de sus proyectos de I+D+i, asegurando el acceso óptimo a los incentivos fiscales y programas de financiación disponibles.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha presentado un nuevo paquete de ayudas dotado con hasta 2.000 millones de euros, orientado a acelerar la descarbonización, reforzar la competitividad industrial y consolidar la autonomía tecnológica del país.
Este nuevo programa da continuidad a los avances del PERTHE-ERHA y a las convocatorias lanzadas en el marco del Plan de Recuperación, apostando por un modelo industrial más limpio, resiliente y alineado con las prioridades europeas: hidrógeno renovable, almacenamiento, electrificación y reindustrialización verde.
Este plan contempla:
El programa se divide en cuatro grandes ejes de actuación, que agrupan las diez convocatorias clave encargas de movilizar el presupuesto.
Dotación total aproximada: 1.000 M€.
Este eje impulsa la reindustrialización verde del país, reforzando la fabricación nacional y la logística necesaria para el despliegue de tecnologías renovables.
Dotación total aproximada: 600 M€.
Este eje busca acelerar la incorporación de energías renovables y almacenamiento en instalaciones industriales y energéticas consolidadas.
Dotación total aproximada: 250 M€
Dotación total aproximada: 150 M€
| Eje de actuación | Convocatoria | Dotación (M€) |
| EJE 1. Refuerzo de la cadena de valor industrial renovable | CADENA DE VALOR RENOVABLE | 350 M€ |
| PORT-EOLMAR | 212 M€ | |
| AaaS IF H2 AUCTION | 450 M€ | |
| EJE 2. Integración de soluciones de transición energética en el tejido económico | REPOTENCIACIÓN CIRCULAR | 350 M€ |
| ALMACENAMIENTO BOMBEO IDAE | 100 M€ | |
| EERR INNOVADORAS | 150 M€ | |
| EJE 3. Impulso a la movilidad eléctrica | MOVES FLOTAS | 50 M€ |
| MOVES CORREDORES DE RECARGA | 200 M€ | |
| EJE 4. Soluciones térmicas y descarbonización industrial | REDES DE CALOR Y FRÍO | 75 M€ |
| RENOCOGEN | 75 M€ |
En FI Group acompañamos a empresas industriales y energéticas en la identificación, diseño, preparación y gestión integral de proyectos ligados a este nuevo paquete de ayudas, asegurando su alineación con los requisitos del MITECO, el IDAE y el marco regulatorio europeo.