La innovación empresarial es un motor clave para la competitividad y el crecimiento económico, y su base está en la inversión sostenida en actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
En el contexto actual, en el que la transformación tecnológica y la sostenibilidad son ejes estratégicos para Europa, los incentivos fiscales y los mecanismos de apoyo público juegan un papel fundamental para impulsar el esfuerzo innovador del tejido empresarial.
En España, instrumentos como las bonificaciones por personal investigador, las deducciones fiscales por I+D+i o los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) se han consolidado como herramientas eficaces para reducir el coste de la innovación y mejorar la competitividad de las empresas.
Las actividades de I+D+i abarcan desde la investigación científica hasta el desarrollo experimental y la innovación tecnológica aplicada. Estas inversiones permiten a las empresas mejorar procesos, lanzar nuevos productos y acceder a ventajas competitivas sostenibles en el tiempo.
El marco fiscal español reconoce este esfuerzo de incentivos con deducción en el Impuesto sobre Sociedades, siempre que los proyectos estén correctamente definidos, justificados y alineados con los criterios técnicos establecidos por la normativa.
Una de las herramientas más eficaces y directas es la bonificación en las cuotas empresariales a la Seguridad Social por los trabajadores dedicados en exclusiva a tareas de I+D+i. Esta medida permite reducir el coste salarial del personal investigador, favoreciendo la contratación estable de perfiles cualificados y reforzando las capacidades internas de innovación.
Es una ayuda compatible con las deducciones fiscales y especialmente útil para empresas intensivas en conocimiento que apuestan por desarrollar tecnología propia.
Los CAEs son un instrumento que permite a las empresas monetizar el ahorro energético generado por determinadas actuaciones. A través de este sistema, las mejoras en eficiencia energética —como la renovación de equipos, automatización de procesos o instalación de sistemas más sostenibles— pueden traducirse en ingresos adicionales o ahorro económico.
Los CAEs se integran en la estrategia de innovación de muchas compañías industriales, al combinar inversión tecnológica con retorno económico, dentro de un marco regulado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el IDAE.
La combinación de deducciones fiscales, bonificaciones y mecanismos como los CAEs permite a las empresas construir una estrategia integral de apoyo a la innovación. Esta visión 360º favorece tanto la sostenibilidad económica de los proyectos como su alineación con los objetivos de transición energética, digitalización y mejora competitiva.
La Unión Europea refuerza y amplía sus políticas clave en materia de competitividad, transición energética, digitalización y simplificación regulatoria. En un contexto global marcado por la transformación industrial, la necesidad de autonomía estratégica y el cumplimiento de los objetivos climáticos; la Comisión Europea ha presentado una batería de iniciativas que impactan directamente en empresas, administraciones y ciudadanos.
A continuación, recopilamos diez actualizaciones esenciales que conviene seguir de cerca para entender hacia dónde se orienta Europa en términos de financiación, normativa e innovación económica.
La Comisión propone un presupuesto de 193.260 millones de euros para 2026, complementado por otros 105.320 millones del NextGenerationEU. El objetivo es garantizar que las prioridades de la UE —como la sostenibilidad, la competitividad y la resiliencia económica— reciban la financiación adecuada, incluso en un contexto global de alta volatilidad geopolítica y económica.
Con una mirada hacia el cierre del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), la Comisión Europea ofrece nuevas directrices para los Estados miembros.
La evaluación destaca la importancia de acelerar reformas e inversiones para cumplir con los objetivos de transformación digital, transición ecológica y modernización económica previstos para 2026.
El nuevo marco temporal para ayudas estatales, CISAF, aporta previsibilidad y flexibilidad regulatoria a las inversiones en descarbonización industrial.
Ofrece apoyo claro hasta 2030 para sectores clave, aunque plantea desafíos como la agilidad administrativa y la competencia global con otras potencias industriales.
La UE impulsa su Estrategia Digital Internacional como parte de la implementación del Reglamento de Industria Net-Zero. La Comisión ha definido criterios específicos para proyectos estratégicos y ha simplificado los procesos de permisos y acceso a financiación.
Esta hoja de ruta busca fortalecer la posición europea en la fabricación de tecnologías limpias y digitales en un mercado global competitivo.
La vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera y los comisarios Hoekstra y Jørgensen han presentado la evaluación conjunta de los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC).
Aunque se reconocen avances importantes, se insiste en que aún es necesario intensificar la implementación para alcanzar los objetivos climáticos de 2030.
Se aprueban nuevos actos delegados y una comunicación que refuerzan la implementación del Net-Zero Industry Act.
Estas medidas están orientadas a acelerar la fabricación de tecnologías limpias en sectores estratégicos como baterías, renovables, captura de carbono e hidrógeno, consolidando el liderazgo industrial verde de Europa.
La UE simplifica su política de ayuda exterior mediante la fortalecida Garantía de Acción Exterior, que facilitará préstamos sostenibles a países socios. Esta iniciativa se integra en el Global Gateway y está diseñada para maximizar el efecto de la inversión europea, aumentando su peso estratégico a nivel internacional.
La evaluación de los PNEC actualizados revela que la UE ha reducido considerablemente la brecha respecto a los objetivos de 2030 en materia de clima y energía.
Sin embargo, la Comisión insiste en la necesidad de fortalecer medidas en eficiencia energética, energías renovables e innovación tecnológica.
La Comisión Europea ha propuesto nuevas medidas para reducir la carga administrativa de las empresas en toda la UE, con un ahorro estimado de 400 millones de euros anuales.
Entre las novedades, se incluye la creación de una categoría intermedia de “small mid-caps” y ajustes en el cumplimiento del RGPD y otros marcos normativos.
Bajo el lema “Choose Europe to Start and Scale”, la Comisión lanza una estrategia integral para posicionar a Europa como un entorno ideal para crear y escalar startups. Las medidas incluyen el acceso mejorado a financiación, talento e infraestructuras, consolidando el ecosistema europeo como motor de innovación global.